Aplicar con la yema de los dedos sobre el rostro seco y con los ojos y labios cerrados. Evitar el contacto con la mucosa ocular y resto de mucosas. Realizar un suave masaje para extender el producto.

Parar retirar el producto aplicar un poco de agua, así el aceite se transforma en textura de leche y se aclara fácilmente.

• Aceite de girasol: Antioxidante. Aceite de origen vegetal. Técnicamente se trata de un conjunto de grasas insaturadas y fuentes abundantes de vitamina E. Se considera también un potente antioxidante
• Aceite de aguacate: Nutritivo y calmante. El agua- cate es uno de los frutos más nutritivos que existen, con altas cantidades de minerales (potasio, manganeso, fósforo y silicio) más vitaminas A, D y E. Gracias a su composición rica en ácidos grasos, y vitaminas y tiene una extraordinaria capacidad de penetración transepidérmica. Su elevado poder emoliente y su aporte de hidratación nutren profundamente y suavizan la epidermis, aumentando la flexibilidad de la piel y aliviando las posibles irritaciones o rojeces derivadas de la descamación y sequedad de la piel.

• Aceite de almendras dulces: Nutritivo. Aceite de rápida absorción que ayuda a recuperar el equilibrio lípido de la piel, normalizando las secreciones sebáceas. Tiene un alto nivel nutritivo para el tejido ya que contiene vitaminas A, B1, B2, B5 Y B6 Indicado para pieles secas. Su principal función por su contendido en ácidos grasos, es la restaurar la función barrera de la piel.
• Aceite de ricino: Humectante. Aceite prensado en frío. Se usa por su contenido en ácido ricinoléico que actúa como humectante, atrayendo la humedad de la piel, por tanto evita la sequedad o sensación de tirantez después de la limpieza.